Recuerdo el primer día 1 que tuve que trabajar: era en el Cádiz Información, y la calle Ancha de Cádiz parecía una lengua de tristeza lamiéndome las suelas de los zapatos. Ahora casi me gusta la idea de abrigarme y salir en busca del C2 que tiene que llevarme a la Cartuja. Llevo bajo el brazo Larga carretera de arena, una serie de reportajes por la costa italiana que escribió Pier Paolo Pasolini a finales de los años 50. Algunos pasajes son bellísimos. Mi favorito, claro, es el que habla de Sicilia:
"No sé entonces explicar en qué consiste su encanto, tendría que vivir años aquí... Ahondando, conociendo mejor -no sólo con los ojos, con el olfato-, las razones de un amor tan espontáneo deben resultar bien verdaderas y profundas".
El cine de Pasolini me agrede, pero en su poesía -Las cenizas de Gramsci- me siento a gusto. "Es necesario ser locos para ser claros", dice uno de sus versos. "Pero como yo poseo la historia/ la historia me posee a mí; por ella/ me siento iluminado, pero ¿para qué sirve/ la luz?"
Nota.- En su película Caro Diario, Nani Moretti pasea en vespa por el lugar donde Pasolini -marxista, católico y homosexual- fue asesinado. Me estremecen, y entristecen, esas imágenes. No es nada, sólo una vuelta en moto, no hay texto en esa escena, apenas una ligera música de fondo y un silencio clamoroso, todo bañado con la luz inútil de la historia.
2 comentarios:
Me encanta Pasolini. Quizá lo conocí entrando a la universidad, quizá ya lo conocía de antes o mucho antes; también me violentó con sus imágenes profanas, y a la vez me atrapó con su poesía. Ha sido uno de los creadores del siglo XX que más me han cautivado.
Te adjunto uno de sus poemas
"Muchacho, eres un monstruo,
haces las cosas en familia
con los remordimientos, y te apegas
a rémoras astrusas
Pero o sabes (me divierto),
lo sabes y, sin embargo,
no te pones ningún freno, todo paso te es abierto."
Saludos Chilango-Andaluces.
Ya tenemos una afinidad más, amigo, ¿para cuándo una Noche del Cangrejo dedicada a Pasolini? Gracias por visitar este blog, estás en tu casa, güey!
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