Para quienes aún no se hayan enterado: Triana, el buque insignia del rock andaluz, el de Los hijos del agobio, todavía existe, y suena, y acaba de sacar un bonito disco, Un camino por andar. Con sana ironía se hacen llamar "los discípulos de Jesús", en homenaje al llorado Jesús de la Rosa, y están capitaneados por Juan Reina, otrora miembro de Arrajatabla, aquel grupo de mis tiempos de instituto en el que, si la memoria no me falla, también militaban Raimundo Amador y Manglis.
Esta tarde entrevisté a Juan, sobre el cual pesa la responsabilidad de mantener viva una llama que ha calentado muchos corazones desde hace tres décadas. Me ha parecido una persona sincera y un músico luchador, de esos que no sepultan la guitarra en su funda aunque afuera, o sea en el mercado, caigan chuzos de punta. Cuando en España ya estén secos todos los lagos, seguiremos volviendo a aquel que cantaba Jesús de la Rosa "con la intención de conocer algo nuevo..." Renunciaremos a todo, menos a la sed.
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