Andrés Vázquez de Sola me contó que, cuando vivía en París, su hijo pequeño había tenido problemas en el colegio, pues solía burlarse de un niño cuyo padre era un simple zapatero, mientras que el suyo era un pintor famoso. Entonces, un profesor se tomó la molestia de explicarle al chaval que nada tenía que envidiar uno de otro, pues ambos oficios eran igual de importantes: sin un buen zapatero, dijo, el papá célebre no podría salir de casa, y no tendría forma (puesto que no existía Internet) de llevar sus obras a los periódicos o galerías donde se mostraban.
Esta explicación, pueril si se quiere, pero inapelable, me viene a la cabeza cuando pienso en toda esa gente que trabaja por la cultura a la sombra; que nunca aparece en prensa ni recibe premios, pero sin la cual nada funcionaría, o en todo caso funcionaría mucho peor. Hoy se celebra la fiesta de quinto aniversario de Edere, una empresa de comunicación que sirve de puente para escritores, medios e instituciones varias. Yo acababa de llegar a Sevilla, como quien dice, cuando conocí a Lucía y Nuria. La conexión fue instantánea y, más allá de las coyunturas laborales, desde entonces no hay semana que no cuadremos unos vinos o un concierto.
Me gustó la abnegación con que afrontaban su faena, que crece cada día, pero también el mimo que ponen en su mercancía, que no son sacos de patatas ni pantalones vaqueros, sino palabras. La cultura, en contra de lo que se cree, vive por lo general en la soledad, olvidada del gran público y de los laureles; y los periodistas, tres cuartos de lo mismo en sus desvelos que envolverán el pescado de mañana. Empresas como Edere saben ser eficaces para que a unos y otros les cunda su trabajo, pero sobre todo saben humanizarlo. Viven de ello, no faltaba más, y sin embargo basta verlas faenar para entender que lo suyo trasciende la rutina mecánica. Ponen sentido y sensibilidad en un mundillo donde tantas veces falta.
Claro que hay más empresas, funcionarios, editores, libreros, impresores, correctores, diseñadores, ¡zapateros todos! (y no hago campaña) que nunca aparecen en primer plano, y sin los cuales los juntaletras no iríamos a ninguna parte. Sin embargo, lo siento, hoy el cumpleaños es de las niñas. Un centenar de culturetas juntos es una idea insoportable, de acuerdo: pero esta noche estaremos allí todos para deciros que cumpláis muchos más. Y nosotros, virgencita, nosquedemoscomoestamos.
5 comentarios:
Me he quedado sin palabras, muda. No sé qué decir. Pero, de repente, estoy muy orgullosa de lo que hacemos. Me siento tan importante...jajaja
Darte las gracias no es suficiente, ni siquiera invitarte a copas esta noche. Así que seguiremos pagando tu cariño con el nuestro.
Besos
Lucía y Nuria, las almas de Edere son dos profesionales insustituibles. Pero es que, además de hacer muy bien su trabajo, son dos excelentes personas. Lo dice alguien que ha estado con ellas, de un modo u otro, desde que comenzaron. ¡Y que cumplan muchos más!
El cumpleaños fue como deberían serlo todos, con la cálida sinceridad de los buenos deseos, charlas animadas y encuentros interesantes. En esta ocasión la protagonista era especial, una empresa, cuyas madres, Lucía y Nuria, han sabido hacer crecer con ilusión y muchísimo trabajo. Me consta que tuvieron la suerte de contar con buenos inductores y consejeros . Para ellos tambien fue un día feliz y eso se notaba en el ambiente de la fantástica fiesta que compartimos.
Que sigais mateniendo el mismo nivel profesional y humano y larga vida a EDERE !
Desde que nos conocimos en la feria del libro de Sevilla de hace un par de años, no hemos parado de recibir vuestro cariño y ser testigos de lo bien que hacéis vuestro trabajo y cuánto afán y entusiasmo ponéis en él. Por todo esto nos encantó compartir con vosotras y todos los demás el quinto cumpleaños de vuestro proyecto. Y que cumpláis muchos más!!!
He tenido la suerte de contar con su trabajo estando en dos empresas distintas y no sé si destacar lo buenas profesionales que son o su enorme calidad humana. Espero que cumplan muchos más.
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