Cristina Peri Rossi es una mujer menuda, inteligente, muy motevideana con sus dos apellidos tanos, de hablar recio y trato cálido. Estrechar su mano es, aparte de darle dos besos a Aurora Bernárdez, lo más cerca que podemos estar de Julio Cortázar. Vivió varios años en Sevilla: me hubiera gustado encontrármela por aquí, cualquier día. La Peri te llama continuamente "querido" y es una gran contadora de historias. Una de las más personales que ha dejado por escrito es Cuando fumar era un placer, recuento de 40 años de amor al tabaco y balance de su trágico divorcio con el vicio. "Yo tuve que elegir entre el cigarrillo o la vida", dice. "Elegí la vida, pero muchas veces pienso que me equivoqué".
Cualquier adulto sabe que el mundo no se acaba después de una relación, por muy intensa que sea. La vida sigue, para bien o para mal, pero sigue. De modo que fumar es una pasión inmadura, infantil. ¿Quién dijo que empezamos a fumar para parecernos a los mayores? ¿Quién dijo que los mayores no incurren en errores de escolar?
1 comentario:
Hola Alejandro!
no tenía ni idea de que llevabas un blog. Ahora mismo te enlazo en los míos.
Cristina Peri Rossi... magnífica. Es una de mis poetisas vivas favoritas. Leí su Poesía reunida y me enamoré de su palabra profundamente. Muy cercano en el tiempo la vi en una entrevista de televisión en el programa Estravagario y fue allí donde terminó de conquistarme. En fin, que aquí tienes a un nuevo asiduo.
Un abrazo
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