tag:blogger.com,1999:blog-57125630526100718012024-03-13T16:19:01.089+01:00Raíces y puntasAlejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.comBlogger477125tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-74918186473664729422013-09-02T10:19:00.000+02:002013-09-02T10:28:27.289+02:00Juan Gómez Macías, un homenaje<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-wTeT62Zy_2A/UiRGVa936QI/AAAAAAAAAmg/J84Ip6uF1kk/s1600/Juan+G%C3%B3mez+Mac%C3%ADas+2010.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-wTeT62Zy_2A/UiRGVa936QI/AAAAAAAAAmg/J84Ip6uF1kk/s320/Juan+G%C3%B3mez+Mac%C3%ADas+2010.jpg" width="225" /></a></div>
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Por hallarme fuera de la provincia y sin buena conexión, no pude asistir al homenaje del pasado viernes, día 30 de agosto, al sanroqueño Juan Gómez Macías. En este país ingrato, homenaje es una palabra tan asociada ya al adjetivo <i>póstumo </i>que ha terminado dando grima. Carlos Edmundo de Ory, por ejemplo, le tenía tanta aversión que, si organizaban alguno en su honor, pedía que se denominara <i>oleaje</i>. Tampoco ayuda la etimología, que vincula el término a la sumisión y el vasallaje. Pero si aceptamos su sentido más popular, el del reconocimiento público, deberíamos empezar a perderle el miedo a tributar homenajes, y sobre todo a personas de tan indiscutible mérito como Juan.</div>
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Recuerdo como si fuera ayer la primera exposición suya que vi, en el Museo de Cádiz, mano a mano con Fe Rodríguez. El modo en que el color luminoso de sus formas, que todavía no he sabido si son abstracciones figurativas o figuraciones abstractas, y poco importa, me atraparon. Su pincel te permite, desde luego, identificar formas y espacios justo antes de que ese cromatismo disolvente los descomponga, o las composiciones fragmenten el lienzo en una fascinante ventana múltiple. Esa es la mirada que nos sirvió para ilustrar una de las más hermosas portadas de nuestra revista <i>Caleta</i>. La mirada que ilustró la portada de mi primer cuadernillo de poemas; cuadernillo que, por cierto, también le debo a él como director de un Aula de Literatura de San Roque por donde pasaron tantos y tan grandes nombres que casi me da apuro ver el mío en su catálogo. Conservo aquel dibujo como acaso Tita Cervera nunca conservará sus Van Gogh. </div>
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En cualquier caso, la fe que puso Juan invitándome a mí y a otros jóvenes gaditanos a formar parte de aquel impresionante programa sí habla a las claras de su personalidad, del modo en que esa mirada crisol de la que hablaba antes es siempre una mirada hacia delante. Como hablan de él ese tesón de años, el empeño en dinamizar, sin desfallecimiento que valga, la cultura de una zona tan castigada en todos los sentidos como es el Campo de Gibraltar. Su probado amor por la poesía, que le llevó a escribir su propio poemario -y con resultados nada desdeñables, por cierto-, se armoniza a la perfección con su actitud vigilante, con un compromiso cívico insobornable, de acción permanente y vehemente espíritu de denuncia. Desde los atropellos a nuestros derechos a los desmanes contra la Naturaleza, los enemigos de la sociedad y del medio ambiente tienen siempre enfrente a Juan Gómez Macías.</div>
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Pero si todos estos elementos de juicio fueran pocos, quiero terminar subrayando una cualidad de Juan que me vino a la cabeza de inmediato cuando supe lo de su homenaje: su hospitalidad. El modo en que siempre nos ha hecho sentir que las puertas de su casa y las puertas de su mundo estaban abiertas. Recordé las estancias de Fernando Quiñones en casa de los Macías, sembradas -como no podía ser de otro modo- de anécdotas desopilantes. Recordé la estancia del joven Ilya U. Topper, cuando todavía era un chaval seminómada que empezaba a sentir con fuerza la llamada de las letras, pero que ni en sus mejores sueños se imaginaba siendo reportero en Estambul. O las de su padre, Uwe Topper, cuando fatigaba los montes junto a Uta en busca de pinturas prehistóricas. </div>
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Son solo algunos ejemplos de amigos comunes que han conocido ese abrazo, lleno de verdad, de Juan. Hay muchos más. No nos ha hecho falta escribirnos a diario ni felicitarnos el santo por teléfono para que la amistad se mantenga a lo largo de los años: él sigue igual, con la misma venerable barba cana; pero nosotros, los de entonces...¡ay! Amistad que se ha prolongado de algún modo en la que mantengo con su hijo, el fabuloso pianista Juan Galiardo, amistad impermeable y sin fecha de caducidad. Amistad que justifica, con creces, que por una vez no nos suene malamente esa dichosa palabrita, homenaje. </div>
Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-20035310989069925352013-09-02T00:14:00.000+02:002013-09-02T00:16:58.453+02:00Otras lecturas/ relecturas del mes de agosto<br />
David Abulafia. <i>El gran mar.</i><br />
Baltasar Porcel. <i>Mediterráneo, tumultos del oleaje.</i><br />
Richard Ford. <i>Flores en las grietas.</i><br />
John Fante. <i>El vino de la juventud</i>.<br />
<i><span class="st"> </span></i><span class="st">Zajar Prilepin. </span><i><span class="st">Patologías.</span> </i><br />
<span class="st">Zouhir Louassini. </span><i>En brazos de Condoleezza pero sin bajas</i>.<br />
<span class="st">Slavoj Žižek<i>. Sobre la violencia.</i></span><br />
<span class="st">Mario Vargas Llosa.<i> La civilización del espectáculo.</i></span><br />
<span class="st">Gilles Lipovetsky. <i>La sociedad de la decepción. </i></span><br />
<span class="st">Isaac Rosa.<i> La habitación oscura. </i></span><i> </i><br />
Attila Josef. <i>Poemas</i>.<br />
Henrik Nordbrandt. <i>Nuestro amor es como Bizancio. </i> <br />
San Juan de la Cruz. <i>Cántico espiritual.</i><br />
Federico García Lorca. <i>Poeta en Nueva York.</i><br />
Federico García Lorca. <i>Diván del Tamarit</i>.<br />
Pablo Neruda. <i>Veinte poemas de amor y una canción desesperada. </i><br />
Juan Manuel Roca. <i>Biblia de pobres. </i>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-32654422691006244412013-08-05T13:12:00.000+02:002013-08-05T19:56:24.688+02:00Otras lecturas/ relecturas de abril, mayo, junio y julioJohnny Ryan. <i>Pudridero 2.</i><br />
Paco Ignacio Taibo II/ Eko. <i>Pancho Villa toma Zacatecas.</i><br />
Guy Delisle. <i>Crónicas de Jerusalén.</i><br />
Liniers<i>. Macanudo 8.</i><br />
Sammy Harkham.<i> Todo y nada. </i><br />
Pep Brocal.<i> Alter & Walter o La verdad invisible.</i><br />
Daniel Clowes. <i>El rayo mortal.</i><br />
Paco Alcázar<i>. Huracán de sensatez.</i><br />
<span class="st">Maximilien Le Roy / A. Dan. Thoreau</span><i><span class="st">. La vida sublime</span>. </i><br />
Mauricio Wiesenthal. <i>Siguiendo mi camino. </i><br />
Mauricio Wiesenthal. <i>Perdido en poesía.</i> <br />
Remedios Zafra<i>. (h)Adas. </i><br />
Carla Carmona<i>. En la cuerda floja de lo eterno. </i><br />
José Luis Pardo Torío. <i>Estética de lo peor.</i> <br />
Guy de Maupassant. <i>La vida errante.</i> <br />
Rainer Maria Rilke. <i>En Ronda. </i><br />
Mauro Corona.<i> El fin del mundo equivocado.</i><br />
Dacia Maraini.<i> Bagheria.</i><br />
Maurizio Serra<i>. Malaparte, vidas y leyendas. </i> <br />
Rory Carroll.<i> Comandante. La Venezuela de Hugo Chávez</i>.<i><span style="font-family: Georgia; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;"></span></i><br />
Saul Bellow. <i>Jerusalén ida y vuelta.</i><br />
Henry Miller. <i>Big Sur.</i> <br />
Jerome Ferrari. <i>Donde dejé mi alma.</i><br />
Dino Buzzati. <i>El desierto de los tártaros.</i><br />
Dino Buzzati. <i>El gran retrato.</i><br />
Leonardo Sciascia<i>. Para una memoria futura (Si la memoria tiene un futuro). </i><br />
Erri de Luca. <i>Tú, mío.</i><br />
<span class="st">Danilo Kiš. </span><i><span class="st"><i>Una tumba para Boris Davidovich.</i></span></i><br />
<span class="st"><span class="st">Danilo Kiš.</span></span><i><span class="st"><i><span class="st"><i> Enciclopedia de los muertos.</i></span></i></span></i><br />
<span class="st"><span class="st"><span class="st">Danilo Kiš</span></span></span><i><span class="st"><i><span class="st"><i><span class="st"><i>. Lección de anatomía.</i></span></i></span></i></span></i><br />
<div class="separator" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Georgia; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Srdjan </span><i style="font-family: Georgia; font-size: 15px; line-height: 22px;"><span style="font-style: normal;">Valjarević. <i>Lago de Como.</i></span></i></div>
<div class="separator" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Georgia; font-size: 15px; line-height: 22px;"><span style="font-style: normal;"><span class="st">Velibor Čolić.</span></span></span><i style="font-family: Georgia; font-size: 15px; line-height: 22px;"><span style="font-style: normal;"><i><span class="st"><i> Los Bosnios.</i></span> </i></span></i><i> </i></div>
Pablo Martín Sánchez. <i>El anarquista que se llamaba como yo.</i> <br />
Laura Freixas<i>. </i><i><span class="st">Una vida subterránea (<i>Diario</i>, 1991-1994).</span> </i><br />
Llucía Ramis. <i>Todo lo que una tarde murió con las bicicletas.</i> <br />
Betina González. <i>Las poseídas.</i> <br />
José María Conget. <i>La mujer que vigila los Vermeer.</i><br />
Miquel Martí i Pol.<i> Un día cualquiera.</i><br />
Pere Gimferrer<i>. Alma venus.</i><br />
José Ramón Ripoll.<i> Piedra rota. </i><br />
Joan Margarit.<i> Se pierde la señal. </i><br />
Antonio Hernández. <i>Nueva York después de muerto.</i><br />
Manuel Moya. <i>Apuntes del natural.</i><br />
Rafael Suárez Plácido. <i>Simulacro. </i> <br />
Carmen Moreno. <i>Relámpagos</i>.<br />
Nacho Montoto.<i> Tras la luz. </i><br />
Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-59549493014190488612013-04-03T11:26:00.000+02:002013-04-03T11:27:58.723+02:00Otras lecturas/relecturas del mes de marzoBoris Groys. <i>Obra de arte total Stalin</i>. <br />
Mircea Eliade. <i>El mito del eterno retorno.</i><br />
Paul Virilio y Enrico Baj. <i>Discurso del horror en el arte.</i> <br />
Curzio Malaparte. <i>Muss/El gran imbécil.</i> <br />
Erri de Luca. <i>El crimen del soldado</i>.<br />
Teju Cole. <i>Ciudad abierta</i>.<br />
Gabi Martínez. <i>En la Barrera</i>.<br />
José Carlos Llop.<i> Diarios.</i><br />
José Carlos Llop. <i>El Japón en Los Ángeles.</i> <br />
José Miguel Vilar-Bou. <i>Diario de un músico callejero</i>.<br />
José Esteban. <i>La generación del 98 en sus anécdotas.</i><br />
Paul Éluard. <i>El Amor a la Poesía.</i><br />
Fernando Pessoa. 35 sonetos.<br />
Juan Gustavo Cobo Borda. <i>Poesía reunida.</i><br />
VV.AA. <i>Geometría y angustia.</i> <br />
José María Micó. <i>Caleidoscopio.</i><br />
Jaime Siles. <i>Canon</i>.<br />
Juan Vicente Piqueras. <i>Atenas</i>. <br />
Juan Pablo Zapater. <i>La velocidad del sueño.</i><br />
José García Villa. <i>Un monje azul come pasas rosas.</i> <br />
Luna Miguel. <i>La tumba del marinero</i>.<br />
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<br />Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-32093465820742561082013-03-28T11:35:00.000+01:002013-03-28T12:03:40.496+01:0020 años (IV) Medios desmemoriados<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-T7U3M7QgVQ8/UVQV3PJ_KrI/AAAAAAAAAl0/GwINlgFLJlQ/s1600/alzheimer-2013.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="286" src="http://4.bp.blogspot.com/-T7U3M7QgVQ8/UVQV3PJ_KrI/AAAAAAAAAl0/GwINlgFLJlQ/s320/alzheimer-2013.jpg" width="320" /></a></div>
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El historiador Fernando García de Cortázar vino a verme en la redacción. Como demoré unos minutos en llegar, se entretuvo conversando en la entrada con Pepe, el portero, y cuantos iban asomando por allí a primera hora de la tarde. "No me ha reconocido nadie", me dijo un poco herido en su orgullo. "Bueno, Fernando, ya sabes, por aquí pasa mucha gente", balbucí. "No, no los defiendas, después de 60 libros alguien debería saber quién soy", protestó con una sonrisa. Es cierto que hace quince o veinte años, este profesor estaba más presente en los medios, sobre todo a partir del éxito de su <i>Breve historia de España</i>, que es algo así como el <i>best-seller</i> del ramo. Pero en los últimos tiempos, ni siquiera el premio Nacional de Historia que le dieron en -voy a comprobarlo- 2008 ha logrado devolverle aquella popularidad.</div>
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Hice ver entonces al historiador que los periódicos, todos, se han quedado sin memoria en muy poco tiempo. He oído a muchos directores presumir de plantilla joven, pero a ninguno hablar con orgullo de su contingente de veteranos. Hace aproximadamente una década, empezó a estar mal visto (por alguna razón que desconocemos) que los cuarentones fueran a ruedas de prensa. Las canas y las patas de gallo parecían chocantes, desde un punto de vista estético, en un contexto que cada vez iba a parecerse más a una clase de alumnos obedientes. Aquéllos fueron entonces recluidos a las redacciones, siguiendo otra tendencia del periodismo moderno: menos calle y más computadora. Además, ¿qué podían aportar los perros viejos del oficio? ¡Memoria! ¿Y quién sería el tonto dispuesto a pagar por la memoria en la era de la Wikipedia?</div>
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El paso del papel a internet -me parece estar viendo la oficina sumergida de <i>El País</i> en Miguel Yuste, como un hormiguero febril, cuando comenzaba el proceso- vino acompañado de una fe ilimitada en el CD-Rom y los nuevos dispositivos de almacenamiento. Hace un par de semanas, la red se movilizó para protestar contra la destrucción en París del archivo del fotógrafo Daniel Mordzinski. ¿Sabemos cuántos archivos fotográficos y documentales de periódicos se han perdido en los últimos veinte años? Yo conozco al menos dos, uno completo y el otro seriamente diezmado. Nadie soltó una lágrima por ellos: tocaba mirar hacia delante, hacia un futuro de banda ancha, intacto, listo para ser escrito desde cero.</div>
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A nadie extrañó que, con la llegada de la crisis, los veteranos fueran los primeros corderos del sacrificio: o bien resultaban demasiado caros (a fuerza de acumular trienios, algunos habían incluso trascendido su condición de mileuristas), o bien se les acusaba de haberse quedado atrás, incapaces de adaptarse a ese nuevo perfil de periodista que es a la vez redactor, fotero, blogger y community manager mientras barre a su paso con una escoba en el culo. Puestos fundamentales, como el de corrector, fueron erradicados por los nuevos gurús de Recursos Humanos: agradézcanles a ellos las faltas de ortografía que han leído en los últimos años. A otros veteranos que eran excelentes periodistas no hizo falta despedirlos: a algunos se les dio cargos de coordinación tan abrumadores que quedaba garantizado que no tuvieran tiempo para escribir un solo párrafo, pues ya sabemos que la estructura de los periódicos impide promocionar haciendo la misma tarea; otros muchos acabaron en gabinetes de prensa, poniendo su talento al servicio de una información orientada hacia intereses concretos, por muy legítimos que sean. Y así todo. Para sorpresa de García de Cortázar, en los periódicos sevillanos hoy cuesta mucho encontrar a alguien que fuera periodista durante la Expo'92, no digamos a gente que haya informado sobre la Transición española. </div>
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Cuando empecé a escribir en prensa, compré un montón de archivadores de cartón y empecé a guardar en ellos recortes, apuntes, datos que pudieran servirme para eventuales entrevistas o reportajes. Se dividían en Temas (drogas, Guerra Civil, arte, medio ambiente...), Nombres y Países. Fue mi Wikipedia casera. Pero lo que de veras me sirvió fue contar con la posibilidad de llamar a veteranos que no sólo podían poner a mi disposición alguna información, sino también los matices necesarios: cuidado con este político que siempre sale por aquí, pregúntale a Fulanito por tal anécdota, ojo con eso que te venden como nuevo, fue lo mismo que propusieron hace mil años... </div>
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La memoria no es sólo una suma de datos objetivos ordenados: también existe una memoria sentimental, una memoria de lo visto y lo vivido, que no puede reemplazarse con fondos documentales más o menos verificados. Y sin embargo, se ha reemplazado. El Alzheimer ha conquistado los medios a una velocidad que pondría los pelos de punta a cualquier gerontólogo, al tiempo que -como traté de contar ayer- se frustra el proceso de aprendizaje de los chavales que salen de la Facultad. La situación ha llegado a tal extremo, que no conozco a ningún periodista en su sano juicio que esté convencido de poder jubilarse dentro de la profesión. Perdón, ¿he dicho jubilación? ¿Quién se acuerda ya de eso? </div>
Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-87722264568948519682013-03-27T01:36:00.002+01:002013-03-28T12:03:15.207+01:0020 años (III) Desarrollo natural<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-_TGtgwA51oc/UVFjq2BQcTI/AAAAAAAAAlk/vcVKec6SAfg/s1600/Aprendiz20de20Zapatero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-_TGtgwA51oc/UVFjq2BQcTI/AAAAAAAAAlk/vcVKec6SAfg/s320/Aprendiz20de20Zapatero.jpg" width="277" /></a></div>
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La muerte de un oficio pasa, a menudo, por la dificultad para transmitirlo de una generación a otra. Cualquiera que visite una facultad de Ciencias de la Información pensará que al periodismo aprendices no le faltan (hace como 15 años oí decir a Cebrián que ni todo el mercado europeo podía absorber la cantidad de alumnos que salían de nuestras universidades), pero cada vez hay menos oportunidades para aprender.</div>
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Como mucha gente sabe, pertenezco a la última generación de <i>intrusos</i>, gente procedente de otras ramas que cayó en el periodismo por azar y tuvo su oportunidad en él. Al cabo de los años he tenido a mi cargo a bastantes estudiantes que, bajo la ambigua figura del <i>becario</i>, necesitaban que alguien les fuera enseñando lo que no se aprende en la escuela: las rutinas de la redacción y las ruedas de prensa, la práctica de las normas de estilo, las habilidades para titular, componer noticias o preparar entrevistas, la creación de tu propia agenda... Pero sobre todo, necesitaban equivocarse, y aprender de sus errores. </div>
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Esas prácticas permitían a las empresas, previa evaluación, fichar a los alumnos prometedores, y en todo caso colocaban a los estudiantes en la pista de la vida real, como un imprescindible puente entre el aula y el mundo laboral. En ellas, los jóvenes adquirían también un sentido de la dignidad que los vacunaba contra los empresarios aprovechados. Al mismo tiempo, su presencia refrescaba las redacciones, obligaba a los veteranos a no apalancarse y a aprender, también ellos, de la savia nueva de la profesión. Porque un becario, hasta el más brillante, da trabajo, mucho trabajo, pero la buena inversión siempre produce beneficios -sobra decir que no sólo económicos.</div>
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Ese desarrollo natural ha quedado truncado dramáticamente por la situación actual, en el que plantillas diezmadas por los despidos se oponen, como es lógico, a la entrada de aprendices que corren el riesgo de ser usados como mano de obra barata. Por su parte, los estudiantes empiezan a ver con desaliento que sus posibilidades de crecer menguan cada día, y conozco a muchos que, a pesar de su firme vocación y sus capacidades, están abandonando la idea de dedicarse algún día al periodismo. </div>
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Como en los gremios artesanos, la profesión va camino de quedar en manos de voluntariosos idealistas, esos que nunca han de faltar, pero sobre todo se cierne sobre ella la amenaza del <i>amateurismo</i>: la sensación de que la prensa es un hobby, un divertimento, un capricho, pero no una profesión que se aprende y se perfecciona con los años. De acuerdo, muchos empezamos con lo puesto, en periódicos universitarios, en boletines de barrio, en fanzines, en pequeñas emisoras pirata. Estuvimos mal pagados, sin medios, incluso sin audiencia. Pero nunca estuvimos solos. </div>
Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-77555318888127731032013-03-26T00:00:00.001+01:002013-03-26T10:23:22.505+01:0020 años (II) Hágalo ud. mismo<div style="text-align: justify;">
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/-7isUQr8p2Lw/UVB-CEtVQnI/AAAAAAAAAlU/g5qoE-mzkW8/s1600/escriba.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-7isUQr8p2Lw/UVB-CEtVQnI/AAAAAAAAAlU/g5qoE-mzkW8/s320/escriba.jpg" ssa="true" width="302" /></a></div>
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El primer paso para que desaparezca un oficio es la convicción de que los profesionales que lo ejercen son prescindibles. Una de las formas más efectivas para lograrlo es el consabido "hágalo usted mismo". Cuando empezábamos en esto, un testigo era una fuente. El periodista acudía al lugar de los hechos -entonces había tiempo- e interrogaba a cuantos pudieran proporcionar información. Con todos esos testimonios, y otros que pudiera recoger levantando teléfonos y tomándose cafés, elaboraba una información cuya máxima consigna era la objetividad. </div>
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Ese viejo sistema de trabajo, que con variantes se reproducía en las secciones de Sucesos, Cultura o Deportes, empezó a ser tácitamente cuestionado algunos años atrás. Cuando uno de los grandes periódicos españoles inauguró una sección titulada <i>Yo, periodista</i>, en la que se animaba a los lectores a cruzar el espejo y sentarse en la silla del redactor, o ponerse el chaleco del fotero, no se estaba apostando por un periodismo <i>close-up</i>, sino colaborando con el descrédito de la profesión. ¿Quién necesita un periodista, cuando cualquier vecino con un ordenador y una cámara puede serlo? ¿Para qué la deontología, el saber, la experiencia, la concisión o el estilo, cuando se pone a nuestro alcance la fantasía de una información pura y sin refinar, unos medios sin intermediarios?</div>
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Otro síntoma de esta tendencia fue la creciente producción de información oficial por parte de los gabinetes de prensa, cada vez más numerosos -todos: instituciones, partidos políticos, empresas, artistas, entendieron que era imprescindible tener uno-, al mismo tiempo que se limitaba la posibilidad real del periodista de abordar por su cuenta el objeto de la noticia. Entrevistas precocinadas, cuestionarios pactados, dossieres propagandísticos han acabado ganando terreno, cuando no usurpando las labores propias del oficio. Hoy nuestra agenda está más dictada por las convocatorias que nos llegan que por las citas que urdimos, lo que da como resultado una escalofriante homogeneidad en los contenidos de unos medios y otros. La rueda de prensa sin preguntas, inimaginable hace apenas diez años, se ha convertido en una nefasta costumbre que atenta frontalmente contra la libertad de expresión. </div>
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De todo esto se ha hablado mucho, sin que nadie haya encontrado aún el modo de conjurar esta tendencia. El éxito de las redes sociales, que a menudo actúan como íntimos magazines, periódicos hechos a nuestra medida protagonizados por nuestros parientes y amigos, ha acabado por despojar al periodista, como ya apunté ayer, no sólo de su aura romántica, sino también de sus atributos y responsabilidades. Una curiosa señal de alarma al respecto es la circunstancia, cada vez más común, de que un entrevistado te diga cómo debes titular la pieza, qué debes destacar e incluso qué preguntas debes formularle. Probablemente esa tentación ha existido siempre, pero hoy se cede a ella con un desparpajo que asombra. Me cuesta creer que los pacientes de los ambulatorios le digan al médico de turno cómo debe poner la inyección, o al piloto qué ruta es la mejor para llegar a Orly, o al arquitecto dónde debe ir la viga maestra. </div>
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Tampoco es que debamos atrincherarnos en la soberbia; si algo sabemos es que nunca dejaremos de aprender y que, por supuesto, forma parte de nuestro trabajo aceptar sugerencias. Pero esa sensación de que nos toman por obedientes escribas, por dóciles amanuenses al dictado de cualquiera (un político, un empresario, un intelectual...) me hace preguntarme con un escalofrío si sólo nos verán así, o nos habremos convertido efectivamente en eso como un primer, necesario paso hacia la extinción. </div>
Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-66114834628518650132013-03-25T00:00:00.000+01:002013-03-25T09:57:47.752+01:0020 años (I) Salir en los papeles<div style="text-align: justify;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-L26OTRGpg-I/UU9kMJ8c_tI/AAAAAAAAAlE/1evOBmbEjd0/s1600/periodicos-04.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-L26OTRGpg-I/UU9kMJ8c_tI/AAAAAAAAAlE/1evOBmbEjd0/s320/periodicos-04.gif" width="288" /></a></div>
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<br />
Pues sí, ayer, 24 de marzo, se cumplieron exactamente veinte años -Diario de Cádiz, suplemento de Educación- de mi primera firma en prensa, auspiciada por mi profesor Diego Sánchez del Real. Un justificado temor a no poder cumplir otros veinte me ha animado a plantearme algunas cuestiones en torno al periodismo y sus cambios recientes, que me gustaría compartir aquí, e incluso discutir en sana polémica, si procede. </div>
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Dos décadas atrás, salir en el periódico, en <i>los papeles</i>, tenía un prestigio notable. Cuando vio la luz aquel primer texto, ilustrado además con una foto mía de grandes dimensiones, mi madre recibió la felicitación de los vecinos y en la facultad varios compañeros vinieron a expresarme su amistoso reconocimiento. "¡Te he visto en el periódico!", decían, y en cierto modo aquella fórmula sellaba una relación especial, la que se establece entre el lector y el autor. </div>
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<br /></div>
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Esa complicidad también funcionaba entre el lector y el objeto de la noticia. Mi admirado bailaor Juan Farina solía avisar a sus amigos: "Mañana compra el periódico, que me sacan una entrevista", y si alguno le decía que no se preocupara, que lo compraba todas las mañanas, replicaba: "¡Pues mañana cómpralo antes!". Había una expectativa, una sensación de encuentro aplazado pero seguro, que la era del flujo permanente de la información -todo llega continuamente, todo se va heraclitianamente- ha abolido casi por completo. </div>
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<br /></div>
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Internet, y sobre todo la expansión de las redes sociales, han calado de tal modo que salir en los papeles ya no tiene ninguna gracia. Lo he comprobado con algunos artistas, a los que he tratado con cariño especial en las páginas de mi periódico, para luego tener casi que rogarles que fueran al kiosco a ver cómo había quedado la página. "Mándame el pdf" es la frase que actualmente más oímos al cabo de la semana: no se pierde del todo el gusto por la noticia maquetada a la antigua usanza, pero el objetivo es ahora difundirla en la red, mostrarla en el teléfono móvil, recibir 'likes' y comentarios, y en fin, ahorrarse el euro y medio de un artefacto que, por lo demás, ocupa espacio y apenas servirá para envolver el pescado de mañana. El papel no va camino de morir sólo porque los medios digitales sean más baratos, sino porque su viejo prestigio se ha apagado a una velocidad inimaginable hace apenas diez años.</div>
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También el prestigio del periodista vacila en estos tiempos como la luz de una brasa casi extinguida. Los nuevos medios han propiciado que todos seamos autores, en un espectacular proceso de democratización cuyo efecto más positivo ha sido el de descubrir talentos insospechados que de otro modo nunca habrían salido a la luz, al tiempo que se desposeía de su monopolio a una suerte de élite que no siempre mereció sus tribunas. El más negativo, confundir al <span class="st">bloguero con el informador, ignorar que el periodismo es un oficio con sus códigos y responsabilidades, y lo que es aún peor: arrastrar a la prensa hacia el territorio del blogger, esa figura que mi adorada </span><span class="st"><span class="st"><a href="http://www.mediterraneosur.es/prensa/ugresic_dubravka2.html">Dubravka Ugrešić</a></span></span><span class="st"><span class="st">, en esa terrible profecía titulada <i>Gracias por no leer</i>, </span>definió como "un monje loco que dirige sus charlas a un nuevo dios: Google</span>". Lo que no nos contaron es que este <i>totum revolutum</i> sin filtros, esta fuerza homogeneizadora, no sólo iguala a todos los autores, sino también todos los contenidos: tanto vale mi gato como Obama, un apagón en mi calle como la caída de la Bolsa, mi última ocurrencia como una reflexión de Enzensberger. </div>
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<br /></div>
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No, no hay que sucumbir a absurdas nostalgias, no hay que temer a los cambios, sí ser conscientes de ellos: de sus bondades y de sus perjuicios. Lo inevitable no es siempre lo deseable y la prensa, tal y como la descubrí hace veinte años, ha sido ya prácticamente reemplazada por otra cosa que se le parece con un lejano aire de familia, pero que hasta en la paradoja de su nombre, <i>prensa</i>, se nos quiere aparecer como "lo mismo mejorado". Mi temor es que no sea ni una cosa ni la otra. Y lo manifiesto, no sé si como vencido o como quintacolumnista, desde un blog. </div>
Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-48143616484469947592013-03-24T12:16:00.001+01:002013-03-24T19:00:21.514+01:00Juan Zaranda, corazón para dar y regalar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-tBZAv7p6Is8/UU7geTj1yHI/AAAAAAAAAk0/4gVIw-MOzIQ/s1600/zaranda2okkk--300x180.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-tBZAv7p6Is8/UU7geTj1yHI/AAAAAAAAAk0/4gVIw-MOzIQ/s1600/zaranda2okkk--300x180.jpg" /></a></div>
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Muchos nos preguntamos
cómo serían las clases de Juan en el colegio de Los Marianistas de
Jerez, donde ejerció como profesor tantos años. Seguramente se
parecerían a ese otro magisterio que impartió, durante toda su vida, a
quienes tuvimos la inmensa fortuna de conocerle. En el temario no podían
faltar ni Machado ni Valle, porque lo primero era ser persona: de ahí
esa mirada compasiva, desgarradoramente humana -inolvidables sus
personajes de <i>Mariameneo, mariameneo</i> y de <i>Vinagre de Jerez</i>- sobre los
desahuciados, los parias, los olvidados del mundo, y que merecieran en
cambio su desdén los divos. Para él, como para su hermano Paco y el
resto de La Zaranda, el teatro era una ceremonia sagrada, y la vanidad
un pecado mortal.
<br />
<br />
Juan Sánchez, Juanito Zaranda, hablaba siempre de cosas que no
aparecen nunca en los periódicos: del alma, del cariño, del arte, pero
de ese arte que no se puede medir ni calcular su precio: versos de sus
adorados Ory y Julio Mariscal en medio de una partida de dominó, el
estremecimiento de una marcha procesional o un quejío de Rubichi en su
teléfono móvil, los andares silentes de Paula, que él imitaba como nadie
en madrugadas sin fin… Todo aquello que se llevará por delante la
patada del tiempo, pero que una vez fue la vida: él nos lo enseñó.
<br />
<br />
Juan nos enseñó lo que podía hacerse con aquellos modestos
mimbres, la inocencia, el pasmo, la misericordia. A finales de los 70 y
sin haber leído a Kantor, él, el más vitalista de los cómicos, y sin
duda una de las cinco o seis personas con más ángel del mundo, reinventó
el teatro muerto desde Jerez, demostrando que era posible hablar de la
Baja Andalucía sin resultar rancio, y que a la escena no le faltaban
escenografías fabulosas, sino corazón. Por eso, mucho antes de que los
santones del sector en España aceptaran a La Zaranda, ya la América de
César Vallejo, la que sabía velar el cadáver de un pan con dos cerillas,
los había bendecido y convertido en leyenda.
<br />
<br />
El puente entre las dos orillas fue el FIT de Cádiz, que no
volverá a ser el mismo sin la puntual comparecencia de Juan, un año tras
otro, a sus escenarios y abrevaderos. Aunque llevaba mucho tiempo
alejado de la dramaturgia, seguía siendo una figura amada por la gente
de teatro de ambos continentes. No cuesta nada imaginar a cientos de
ellos levantando en este momento sus copas en tantos y tantos rincones,
del Río Grande a la Patagonia, de La Candelaria bogotana a Agüimes, de
Palma del Río a Montevideo o Caracas, por la grata memoria de este
humilde y genial poeta de las tablas. Juan, que detestaba los homenajes,
acaso no hubiera querido más que eso, sentir cerca el calor de Paco,
Eusebio, de su Quique, de Gaspar y Melchor; de Antonio el Piojo, Pablo y
Mar, Yolanda, Pepe y Eduardo, Margallo, Marta Carrasco y tantos otros… Y
cómo no, de Lourdes, su sostén, su compañera en todas las luchas.
<br />
<br />
Siempre ligero de equipaje, siempre irreverente y libre, Juan
nos enseñó que no vale la pena vivir sin jugar, que el infierno a veces
está en la tierra y la gloria donde menos lo esperas, que casi todas las
verdades son mentiras y hay embustes que merecerían ser verdad, que hoy
es siempre y que algunas noches duran seis días. Todo eso nos lo sigue
recordando ese enorme e irremplazable corazón que es Juan de la Zaranda.</div>
<br />
<div style="text-align: right;">
<i>[Publicado en Diario de Jerez]</i> </div>
Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-12987341168609403152013-03-24T11:58:00.001+01:002013-03-24T11:59:13.042+01:00Otras lecturas/relecturas de enero y febrero<br />
Alison Bechdel. <i>¿Eres mi madre?</i><br />
Luis Eduardo Aute. <i>El niño y el basilisco.</i><br />
Franck Maubert. <span class="st"><i>El olor</i> a <i>sangre</i> <i>humana no se me quita de los ojos. Conversaciones con Francis Bacon</i></span>.<br />
F. T. Marinetti. <i>Necesidad y belleza de la violencia</i>. <br />
Giorgio Agamben. <i>Lo abierto. El hombre y el animal. </i><br />
Gilles Lipovetsky.<i> La era del vacío. </i> <br />
Vicente Verdú. <i>La hoguera del capital</i>.<br />
José Ovejero. <i>Estética de la crueldad</i>.<br />
José Luis Sampedro. <i>Los mongoles en Bagdad</i>.<br />
José Luis Sampedro. <i>El mercado y la globalización.</i> <br />
Jacobo Siruela. <i>El mundo bajo los párpados.</i><br />
Andrew Scull. <i>La locura: una breve introducción.</i><br />
Jacques Rancière.<i> El malestar en la estética</i>.<br />
Vincenzo Consolo. <i>La herida de abril</i>.<br />
Paul Auster.<i> El cuento de navidad de Auggie Wren</i>.<br />
Jesús Carrasco. <i>Intemperie</i>.<br />
Carlos Castán. <i>Polvo en el neón.</i> <br />
Francisco de Aldana. <i>Sonetos</i>.Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-79120997950603882182013-03-24T11:19:00.001+01:002013-03-24T11:28:45.766+01:00Otras lecturas/ relecturas del mes de diciembre<span class="st">Tiziana Lo Porto y Daniele Marotta. </span><i>Superzelda</i>.<br />
<span class="st">Michèle Gazier y Bernard Ciccolini. </span><i>Virginia Woolf</i>.<br />
<span class="st">Brandon Graham. </span><i>King City 2</i>. <br />
Stendhal. <i>Rojo y negro.</i> <br />
Sinclair Lewis, <i>Babbitt</i>. <br />
Francis Scott Fitzgerald. <i>El joven rico. </i> <br />
Raymond Roussel. <i>Locus Solus.</i><br />
Mohammed Chukri. <i>El pan a secas.</i><br />
Jorge Valadas. <i>La memoria y el fuego.</i><br />
Ignacio Vidal-Folch. <i>Lo que cuenta es la ilusión. </i> <i> </i><br />
Inmma Julián. <i>Conversaciones con Tàpies</i>.<br />
Roberto Fernández Retamar. <i>Hemos construido una alegría olvidada.</i><br />
Armando Álvarez Bravo. <i>Siempre habrá un poema</i>. <br />
Adam Fathi. <i>El soplador de cristal.</i> <br />
César González Ruano. <i>El ángel en llamas.</i><br />
Fernando Quiñones. <i>Una escena inédita de Andalucía en pie.</i><br />
Felipe Benítez Reyes. <i>Las identidades.</i> <br />
María Paz Moreno. <i>El vientre de las iguanas. </i> <br />
Belén Núñez. <i>Letras habaladas.</i> <i> </i><br />
Luna Miguel. <i>Estar enfermo.</i><br />
Ignacio Vleming. <i>Clima artificial de primavera.</i><br />
Juanma Prieto. <i>Noctívagos.</i><br />
Verónica Moreno. <i>Un cuarto oscuro.</i><br />
Berta García Faet. <i>Introducción a todo. </i><br />
Raúl Quinto. <i>Ruido blanco.</i><br />
Rubén Martín. <i>El mirador de piedra</i>. <br />
Isabel Bono. <i>Brazos, piernas, cielo. </i>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-75424806974459662742012-12-04T10:39:00.001+01:002012-12-04T10:39:03.605+01:00Otras lecturas/ relecturas del mes de noviembreJoe Sacco. <i>Reportajes</i>.<br />
Stephen King. <i>Las hermanitas de Eluria</i>. <br />
El Roto. <i>Camarón que se duerme (se lo lleva
la corriente de opinión)</i>.<br />
Maco. <i>Aloha</i>. <br />
Johnny Ryan. <i>Pudridero</i>.<br />
Daniel Clowes. <i>Mr. Wonderful</i>.<br />
Joni B. <i>Maldito planeta azul</i>. <br />
VV.AA. <i>El dinero en The New Yorker. </i><br />
José María Bernáldez. <i>El señor Rumasa</i>. <br />
Miguel Roig. <i>La mujer de Edipo</i>. <br />
Waguih Ghali. <i>Cerveza en el club de</i> <em>snooker</em>.<br />
José Carlos Llop. <i>Suite. parís 1940</i>. <br />
Sara Mesa. <i>Cuatro por cuatro</i>. <br />
Boris Pasternak. <i>Días únicos</i>.<br />
<span class="st">Tomas Tranströmer. <i>El cielo a medio hacer</i>.</span><br />
<span class="st"><span class="st">Tomas Tranströmer. <i>Deshielo a mediodía.</i></span></span><br />
<span class="st"><span class="st"><span class="st">Tomas Tranströmer. <i>Bálticos y otros poemas</i>.</span></span></span><br />
<span class="st"><span class="st"><span class="st">Antonio Deltoro. <i>Los árboles que poblarán el ártico</i>. </span> </span></span><br />
<span class="st"><span class="st">Marcos García Rey. <i>Lengua(s) de cobre</i>.</span></span><br />
<span class="st"><span class="st">Javier Lorenzo Candel. <i>Territorio frontera</i>. </span></span><br />
<span class="st"><span class="st">Patricia Fernández-Pacheco. <i>Casa de citas</i>.</span></span><br />
<span class="st"><span class="st">Patricia Fernández-Pacheco. <i>Manual para acróbatas</i>.</span></span><br />
Francisco Deco. <i>Frottages</i>.<br />
Mario González Reina. <i>Una parker casi nueva.</i><br />
José I. Montoto Mariscal. <i>Diario del fin del mundo</i>.<br />
Julio César Jiménez. <i>Las categorías de Kant no funcionan en la noche</i>.<br />
Guillermo Morales. <i>Ellos son mejores</i>.Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-62264955185444992202012-11-06T12:36:00.002+01:002012-11-06T12:36:40.889+01:00Otras lecturas/ relecturas del mes de octubre<span class="st">Will Bingley y Anthony Hope-Smith</span>. <i>Gonzo</i>.<br />
Yoram Kaniuk. <i>1948</i>.<br />
Saphia Azzedine. <i>Mi padre es mujer de la limpieza</i>.<br />
Eça de Queirós. <i>Estampas egipcias</i>.<br />
Norman Manea. <i>El té de Proust</i>. <br />
Miguel Barnet. <i>Canción de Rachel</i>.<br />
Edmundo Desnoes. <i>Memorias del desarrollo</i>.<br />
Edmundo Desnoes. <i>Soy sin estar</i>. <br />
J. M. Castellet. <i>Los escenarios de la memoria</i>.<br />
J. M. Castellet. <i>Seductores, ilustrados y visionarios.</i><br />
Andrés Neuman.<i> Hablar solos. </i><br />
Mara Torres. <i>La vida imaginaria</i>. <br />
Elvira Lindo. <i>Lugares que no quiero compartir con nadie.</i><br />
Enrique Vila-Matas/ Sylvia Molloy.<i> Escribir París.</i><br />
Antonio Álamo. <i>Patadas</i>. <br />
Antonio Molina Flores. <i>Judith</i>.<br />
Antonio Molina Flores. <i>El signo efímero</i>.<br />
Anónimo. <i>Bibliópolis</i>.<br />
Theodore S. Beardsley. <i>Elogio de la bibliofilia</i>.<br />
José Hierro. <i>Cuaderno de Nueva York</i>.<br />
Maria Attanasio. <i>Negro barroco negro</i>.<br />
Ilya Kaminsky. <i>Bailando en Odesa</i>.<br />
José Mármol.<i> Lenguaje de mar</i>.<br />
Carlos Sahagún.<i> Las invisibles redes</i>.<br />
Jorge Salcedo. <i>Naufragio y sedición en la isla de Juana</i>. <br />
Emilio García Montiel. <i>Presentación del olvido</i>.<br />
Pablo del Barco. <i>La piel de la razón</i>.<br />
Carmen Camacho. <i>Campo de fuerza</i>.Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-14738791459595246872012-10-07T23:16:00.000+02:002012-10-07T23:16:52.797+02:00Otras lecturas/ relecturas del mes de septiembre<br />
Federico De Roberto.<i> Los virreyes</i>.<br />
Petros Márkaris. <i>La espada de Damocles</i>. <br />
Mauricio Wiesenthal. <i>Perú</i>.<br />
Mauricio Wiesenthal. <i>Yucatán</i>.<br />
Jorge Franco. <i>Santa suerte</i>. <br />
Rafael Reig. <i>Lo que no está escrito</i>.<br />
Juan Gracia Armendáriz. <i>Piel roja</i>. <br />
Jacobo Siruela.<i> El mundo bajo los párpados</i>.<br />
José Ovejero. <i>Nueva guía del Museo del Prado</i>. <br />
Recaredo Veredas. <i>Nadar en agua helada</i>. <br />
Alejandro Pérez Guillén. <i>Matar a Narciso</i>.<br />
Ahmed Arif. <i>Desgasté cadenas añorándote</i>.Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-82413387262035164692012-09-03T12:07:00.004+02:002012-09-03T14:08:19.000+02:00Otras lecturas/ relecturas del mes de agostoPeter Sís. <i>El coloquio de los pájaros</i>. <br />
Hugo Pratt. <i>Corto Maltés</i>. <i>Favola di Venezia.</i><br />
Vincenzo Consolo. <i>De noche, casa por casa</i>. <br />
Lampedusa. <i>Conversaciones literarias.</i><br />
Giovanni Albertocchi.<i> Adelante, Pedro, con juicio</i>.<br />
Roberto Alajmo. <i>Palermo es una cebolla</i>. <br />
Giacomo Cacciatore. <i>Hijo de cristal.</i><br />
VVAA.<i> La bolsa, la capa, el cuerno encantado y otros cuentos populares socilianos. </i><br />
Mauricio Wiesenthal. <i>Italia</i>.<br />
Edmundo Desnoes. <i>Los dispositivos en la flor</i>.<br />
Víctor Rodríguez Núñez. <i>La poesía del siglo XX. Cuba</i>. <br />
Virgilio Piñera. <i>Presiones y diamantes</i>. <br />
Heberto Padilla. <i>En mi jardín pastan los héroes</i>.<br />
Carlos Fuentes. <i>Personas</i>. <br />
Jack London. <i>Relatos de los mares del Sur</i>.<br />
E.T.A. Hoffmann. <i>El hombre de la arena</i>. <br />
Jaume Pont. <i>El postismo</i>. <br />
Valentí Puig. <i>Cien días del milenio</i>.<br />
Fernando Claramunt. <i>Tauramaquia mediterránea: mundo interior de Luis Francisco Esplá</i>.<br />
<h1 class="t">
</h1>
Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-83696728815931392602012-08-06T11:01:00.000+02:002012-08-06T11:01:02.916+02:00Otras lecturas/ relecturas del mes de julioJosep Pla. <i>El cuaderno gris</i>.<br />
Stafan Zweig. <i>Tres poetas de sus vidas</i>.<br />
Yasmina Khadra. <i>La ecuación de la vida</i>. <br />
Reinaldo Arenas. <i>Cartas a Margarita y Jorge Camacho</i>.<br />
Reinaldo Arenas. <i>Necesidad de libertad</i>. <br />
VV. AA. <i>Cien mil millones de poemas</i>. <br />
VV. AA. <i>Proyectos para un cielo nuevo</i>. <br />
Luigi Pintor. <i>La señora Kirchgessner. El níspero. Los lugares del delito</i>.<br />
Wassyla Tamzali. <i>Mi tierra argelina</i>. <br />
Montero Glez. <i>Huella jonda del héroe</i>.<br />
Irene Nárdiz.<i> Síndrome de ausencia.</i>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-47555633905829637372012-07-02T16:34:00.000+02:002012-07-02T16:34:07.326+02:00Otras lecturas/ relecturas del mes del junioLamia Ziadé. <i>Bye bye Beirut</i>. <br />
Max.<i> Bardín el Superrealista</i>.<br />
Antonio Segura y José Ortiz. <i>Tex, L'Ora del Massacro</i>. <br />
Fernando Vallejo. <i>El cuervo blanco</i>.<br />
Alberto Moravia. <i>Agostino</i>. <br />
Valentí Puig. <i>Ratas en el jardín</i>. <br />
Morris Berman. <i>Las raíces del fracaso americano</i>.<br />
Julio Cortázar. <i>Algo que anda por ahí</i>.<br />
Jacques Issorel.<i> Fernando Villalón, la pica y la pluma</i>. <br />
Agustín Fernández Mallo.<i> Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus</i>. <br />
José María Moreno Jurado. <i>Últimas mareas</i>.<br />
Almudena Guzmán. <i>Poemas de lida sal</i>.<br />
Almudena Guzmán. <i>La playa del olvido</i>.<br />
Almudena Guzmán. <i>Usted</i>.<br />
Almudena Guzmán. <i>El libro de Tamar</i>.<br />
Almudena Guzmán. <i>Calendario</i>.<br />
Almudena Guzmán. <i>El príncipe rojo</i>.<br />
Almudena Guzmán. <i>Zonas comunes</i>. <br />
Luis Alberto de Cuenca.<i> Palabras con alas</i>. <br />
José Carlos Llop. <i>La dádiva</i>.<br />
José Pérez Olivares. <i>Oda a la mano</i>.<br />
Ángel García López. <i>Posdata</i>.<br />
Leopoldo María Panero. <i>Sombra</i>. <br />
Juan Malpartida. <i>A un mar futuro</i>.<br />
José Luis Rey.<i> Las visiones</i>.<br />
Luis Aranha. <i>Cocktails</i>.<br />
Ernesto Cardenal. <i>Catulo/ Marcial</i>.<br />
Ernesto Cardenal. <i>Vuelos de victoria</i>.<br />
Ernesto Cardenal. <span class="st"><em>Quetzálcoatl.</em></span><br />
Ernesto Cardenal. <i>Pasajero de tránsito</i>. <br />
Darío Jaramillo Agudelo. <i>Gatos</i>.Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-91603089527111809842012-06-03T00:10:00.000+02:002012-06-03T00:24:46.517+02:00Otras lecturas/ relecturas del mes de mayoSebastian Haffner. <i>La dimensión de Hitler.</i> <br />
Michel Damiano. <i>Porque la vida no basta.</i> <br />
Edmundo Desnoes. <i>El cataclismo.</i> <br />
Fernando Savater. <i>Tauroética</i>. <br />
Albert Boadella. <i>Pregón taurino, Sevilla 2006</i>.<br />
Mauricio Wiesenthal. <i>Desde la Historia.</i> <br />
Jean Genet. <i>Cuatro horas en Chatila. </i> <br />
Lina Ben Mhenni. <i>La revolución de la dignidad.</i> <br />
Fernando Pessoa. <i>Aforismos</i>. <br />
Mark Strand. <i>Hopper</i>.<br />
Mark Strand. <i>Hombre y camello.</i> <br />
Jorge Eduardo Eielson. <i>El diálogo infinito.</i><br />
Manuel Vilas. <i>Gran Vilas</i>. <br />
Álvaro Tato. <i>Libro de Uroboros.</i><br />
Vanessa Pérez-Sauquillo. <i>Estrellas por la alfombra.</i><br />
Miguel Ángel Contreras. <i>Libro de precisiones.</i><br />
Miguel Veyrat. <i>Poniente</i>.<br />
Miguel Veyrat. <i>El cielo vacío.</i><br />
Víctor Botas. <i>Las cosas que me acechan.</i><br />
Víctor Botas. <i>Prosopon</i>.<br />
Víctor Botas. <i>Segunda mano</i>.<br />
Víctor Botas. <i>Aguas mayores y menores</i>.<br />
Víctor Botas. <i>Historia antigua</i>.<br />
Víctor Botas. <i>Retórica</i>.<br />
Víctor Botas.<i> Las rosas de Babilonia</i>.<br />
Raquel Lanseros. <i>Los ojos de la niebla.</i><br />
José Daniel Serrallé. <i>Aves nocturnas. </i><br />
Jesús Fernández Palacios. <i>Poemías.</i><br />
Carlos Peinado Elliot<i>. La herrumbre herida. </i>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-20639811251987471932012-05-20T11:29:00.001+02:002012-05-21T13:36:14.150+02:00García Montero, oficina de objetos queridos<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-dycGSwroRbI/T7i5Yu1Pm3I/AAAAAAAAAhU/01DgjmFJf84/s1600/Luis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="179" src="http://4.bp.blogspot.com/-dycGSwroRbI/T7i5Yu1Pm3I/AAAAAAAAAhU/01DgjmFJf84/s320/Luis.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Poco que añadir a la entrada que le dediqué hace algún tiempo. Desde entonces, Luis se ha habituado a unas gafas -de vista cansada, presumo- que se separan por el puente y le cuelgan sobre los hombros, la adorable hija que conocí en Rota se ha convertido en una simpática punk, ha sonado para consejero de Cultura y ha visto a su Madrid ganar una liga. La vida, que no hay quien la pare... </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–En su último libro, <i>Una forma de resistencia,</i> propone un diálogo con los objetos cotidianos. ¿Puede llamarse a eso materialismo dialéctico?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Bueno, digamos que es una dialéctica que tiene muy en cuenta la materia...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–¿Hoy tendemos a confundir, más que nunca, valor y precio?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Ahí don Antonio Machado acertó de lleno, y definió buena parte de lo que es la razón de la sociedad de consumo y la economía especulativa. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–El nuevo diseño que apuesta por casas diáfanas, sin objetos o con objetos invisibilizados, ¿qué quiere vendernos?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Una experiencia de deshumanización, que puede llegar al extremo de los sepulcros-dormitorio, de esos hoteles japoneses donde las habitaciones son cápsulas. Y creo que un racionalismo deshumanizado no es una buena receta para el mundo en que vivimos. Fíjate en el sentido peligroso que ha tomado la palabra ‘austeridad’. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Ha impulsado un nuevo grupo dentro de IU. ¿A su partido le faltan o le sobran cosas?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Le sobran aquellas cosas que pueden impedir la entrada de mucha gente. Existe una rebeldía social, una energía para protestar contra una realidad injusta. Ahí IU tiene que hacer un esfuerzo para entender que no todas las fuerzas progresistas están dentro. Hay que abrirse, saber que nadie tiene el tarro de las esencias, y configurar nuevas mayorías que puedan formar un nuevo discurso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Ha publicado una antología de poesía y fútbol. ¿Ha dejado de ser un complejo para ustedes el gusto por el balompié?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Creo que sí, que la época en que nos miraban por encima del hombro ha pasado. Además, esta antología celebra el número 800 de la colección Visor de poesía. 40 años publicando poesía significa que ésta tiene un lugar en la vida cotidiana española el fútbol. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–¿Por qué se dice que Messi es un poeta, y no se llama goleador a Gil de Biedma?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Decía Pasolini que el gol era el momento poético de un partido, y distinguía entre fútbol poesía y fútbol prosa. Creo que en el fondo, lo poético se refiere al fútbol arte, que Messi y el Barça de los últimos tiempos ha representado como pocos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Álvaro Mutis contaba que la primera vez que fue a un partido, sentía el impulso de vitorear a ambos equipos, y por poco lo linchan... ¿A usted no le ha pasado algo parecido en los Real Madrid-Granada?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–He sentido una quebradura muy íntima. Racionalmente, es muy fácil arreglarse: por separado quiero que ganen los dos, y cuando se enfrentan, el que más lo necesite. Cuando el Granada recibió cinco goles en el Bernabeu, me produjo un vacío interior... Uno está lleno de pliegues, y al final, ahí está la camiseta rojiblanca.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Que su mujer sea también escritora, ¿favorece o dificulta la conciliación?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–La favorece. La verdad es que para la vida cotidiana soy un trasto, pero a la hora de dividirnos el horario, sobre todo con la niña, nos repartimos muy bien. Cuando ella está viviendo en una nube con cualquiera de sus novelas, y se ausenta de pronto, creo que un creador lo entiende mejor que quien no lo es. El ‘Me gustas cuando callas porque estás como ausente’ de Neruda no es un gesto machista, como se ha dicho, sino respeto por el silencio del otro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Benedetti animaba a defender la alegría. ¿Bastará para afrontar los tiempos que vienen?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Va a hacer falta algo más, pero no es un mal paso la alegría para empezar. Estamos marcados por el fatalismo, el poder ha conseguido el descrédito de todo, y es necesario que volver a la esperanza. Y a probar leyes para pararle los pies a los mercados y para devolver la autoridad al Estado. </div>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-73157954846859885152012-05-19T12:17:00.002+02:002012-05-21T13:36:43.942+02:00La mirada de Manuel Vicent<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-r-H8LvSb_SQ/T7dzOAPM8eI/AAAAAAAAAhE/UQYYw0pJyns/s1600/manuel-vicent2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://2.bp.blogspot.com/-r-H8LvSb_SQ/T7dzOAPM8eI/AAAAAAAAAhE/UQYYw0pJyns/s320/manuel-vicent2.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<i> </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>La última vez que anduvo por Sevilla, hablamos de barcos y de singladuras por el Mediterráneo. Ayer tocó hacerlo de 'Mitologías', su último libro. Vicent es quizá uno de los últimos clásicos del periodismo español. Un joven cantautor quiso ponerle música a sus columnas dominicales en El País; ignoro qué habrá sido del proyecto, pero me gustaría oírlo algún día. El autor de 'No pongas tus sucias manos sobre Mozart', maestro en el arte de buscarse buenos ilustradores, de El Roto a Fernando Vicente, lucía ayer un bronceado envidiable y un aspecto la mar de sanote. Y que me perdone José María Álvarez, pero los ojos más claros de las letras patrias son los de Vicent.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>–Es periodista y padre de periodista. ¿Alcanzará el oficio para que también lo sean sus nietos?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–En todo caso, serán periodistas digitales, que aparte de pensar tendrán que manejar muy bien los aparatos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Ayúdeme a completar la frase: “Gran Capital, no pongas tus sucias manos sobre...”</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Los Derechos Humanos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Igual su petición llega un poco tarde.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Sí.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Se ha convertido en un maestro del retrato literario breve. ¿Todas las vidas caben en cuatro páginas? </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Incluso en una línea: “Nació, creció, se reprodujo, hizo el capullo y murió”. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Pruebe con sus paisanos Rita Barberá y Camps.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Rita: “La que mejor llevó el bolso como si fuera a comprar zanahorias al Mercado Central”. Y Camps es tan inaprehensible... Lo inetentaré: “Fue como esos ninots que tardan mucho en arder, pero al final caen”. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Usted, que ha sido mucho de tertulias, ¿cree que facebook es el Café Gijón del siglo XXI?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Sí, pero más que un café literario, las redes sociales han convertido el planeta en una taberna. En la barra </div>
<div style="text-align: justify;">
de una taberna. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Como hombre de mar, ¿qué opina de que se llama “navegar” a algo que se hace con un dedo?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Bueno, más que con un dedo, los psiconautas navegan con la imaginación. Dentro de poco será con la voz, y después con el pensamiento. En el futuro habrá una avellana digital instalada en las placas de la memoria, que contendrá todo lo que se ha escrito, dicho e inventado. </div>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-9682110633529213902012-05-18T10:44:00.001+02:002012-05-20T11:31:15.154+02:00Todoterreno Care Santos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-gMcYta2tBJA/T7YLzBpaW4I/AAAAAAAAAg4/0NBfzCoW6RQ/s1600/Care.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://3.bp.blogspot.com/-gMcYta2tBJA/T7YLzBpaW4I/AAAAAAAAAg4/0NBfzCoW6RQ/s320/Care.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Me quedé con las ganas de saludar en persona a Care Santos. Escritora todoterreno, madre de familia numerosa, tiene como aliado a Dioni Olmedo, su santo esposo, al que las letras españolas deberían tributar alguna vez un reconocimiento, por su apoyo incondicional a Care y por su trabajo en La Tormenta en un Vaso, el primer blog de crítica que me invitó a colaborar. Care ha hecho de todo, desde novelones de 600 páginas a novelas con banda sonora o con pulsera incluida, pasando por tratados de vida moderna para mujeres. Una vez la vi en una foto promocional echando rayos por las manos, en plan Goku. Yo estoy convencido de que no eran rayos, sino palabras. </i><br />
<i> </i></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<b>–Virginia Woolf pedía una habitación propia para escribir. ¿Qué pide usted?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Lo mismo, más un poco de tiempo, más los niños de excursión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–La han hecho socia honorífica de una asociación de autores de terror. ¿Hay mucho corredor de bolsa en sus filas?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–La verdad es que no los conozco muy bien, pero estoy de acuerdo: el terror, en este momento, es el Telediario.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Ha escrito en castellano y en catalá. ¿En qué lengua maldice cuando se da un martillazo en el dedo por accidente? </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Cuando regaño a mis hijos, lo hago en catalán. Y si me enfado conmigo misma, lo hago a veces en castellano y a veces en catalán. También si hablo en sueños soy bilingüe. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Ha escrito para niños, jóvenes y adultos. ¿Cuál de esos públicos es más ingrato?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–No ingrato, pero el más feroz, el que te recuerda la coma que falta y te subraya el personaje que no le ha gustado, es el de los adolescentes, son jueces implacables. Los niños y los adultos son más indulgentes. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Impulsó usted el blog La Tormenta en un Vaso. ¿Internet ha hecho lectores?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Yo nunca creí que fuera una amenaza, y en efecto ha dado vida a muchas cosas, como el género epistolar. Ha forzado a leer incluso a quienes no leían nunca. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Recientemente hizo una mudanza. ¿Cuántas veces se dijo que es mejor tener los libros en digital?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Pues ni siquiera entonces, con los 10.000 volúmenes, se me ocurrió. Sigo queriendo el papel. Pero también espero no mudarme nunca más. </div>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-78215855304821278952012-05-17T09:44:00.001+02:002012-05-20T11:41:12.518+02:00Padre Sánchez Adalid<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-xfMrOeeSVqk/T7SsP5IKfFI/AAAAAAAAAgs/UxRliGXXwyM/s1600/Adalid.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="http://2.bp.blogspot.com/-xfMrOeeSVqk/T7SsP5IKfFI/AAAAAAAAAgs/UxRliGXXwyM/s320/Adalid.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>A ningún lector asiduo de este blog, si tal cosa existe, se le escapa que ni la novela histórica es lo mío, ni me siento cerca de las sotanas. Sin embargo, no deja de resultarme curioso el caso de Jesús Sánchez Adalid, best-seller extremeño al que conocimos hace unos años cuando recogió el premio Fernando Lara. De entre los presentes, sólo José María Bernáldez, claro, había leído un libro suyo. Nos cayó bien, a pesar de venir con alzacuellos. Recuerdo que, en las copas posteriores, fue de los que aguantó hasta el final. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>–Complete esta secuencia lógica: juez, sacerdote, escritor...</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Qué pregunta tan difícil... La verdad, ni me lo planteo, no se me pasa por la cabeza ser otra cosa que sacerdote y escritor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Sus novelas hablan mucho del mundo árabe y judío. ¿La Alianza de las Civilizaciones le cameló? </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–No, porque era un planteamiento artificial e interesado. Las cosas no se pueden hacer en un laboratorio, y menos en un laboratorio político.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–La Junta de Extremadura le premió en 2007. ¿Consta que también le lea Monago? </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Sí, sí, me leía Vara, que es muy amigo mío, y también su sucesor. Vinieron los dos a mi última presentación. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–¿Está demostrado fehacientemente que los novelistas fabulen más que los historiadores?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Por supuesto. Los historiadores hacen hipótesis a veces aventuradas, y los novelistas históricos nos aprovechamos de ellas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Ganar dos premios gordos como el Lara y el Alfonso X, ¿no es pecado de codicia?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–No, porque es sólo un examen al que sometes tu obra. La codiciosa es Hacienda, que se lleva la mitad. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–En Literatura, ¿qué no tiene perdón de Dios?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–El adoctrinamiento, la Literatura al servicio de la ideología. Y sobre todo, de las ideologías caducas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<b>–Súbase a la máquina del tiempo. ¿A dónde quiere que le enviemos?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
–Al siglo I, a conocer a Jesucristo en el domingo de Pascua. Aunque también me encantaría conocer el siglo XVI..</div>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-88319301843262581762012-05-17T00:28:00.004+02:002012-05-20T11:31:42.406+02:00Nacho del Valle regresa<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-yymDJCDSK_0/T7QpnfG3SQI/AAAAAAAAAgg/zvMbzSeq8K8/s1600/NachodelValle.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="208" src="http://3.bp.blogspot.com/-yymDJCDSK_0/T7QpnfG3SQI/AAAAAAAAAgg/zvMbzSeq8K8/s320/NachodelValle.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Su procedencia ovetense ya bastaría para que me cayera bien, pero es que además Nacho del Valle es un grato conversador (hablemos de literatura o de porno amateur), además de un inteligente prosista y un tipo generoso. Han llevado una obra suya al cine, y llevarán muchas más. Le he entrevistado a propósito de sus tres o cuatro últimas novelas, y me admira la fe y el tesón que pone en su faena, tanto como la blancura impoluta de sus camisas: yo creo que va a ser el agua del Norte. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–En su última novela se mete con las mafias rusas. ¿No teme
buscarse un lío como el de Roberto</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Saviano?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–¡Qué exagerado! No, no, todos los temas que toco están ya
muy documentados, no desvelo ningún secreto.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–En sus novelas siempre hay alguna reflexión sobre el mal.
¿Para cuándo una inspirada en Luis de Guindos? </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–Ése es el que tiene cara de ogro, ¿no? Creo que hay otros
personajes que en la política española que podrían inspirarme aún más.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–Las elecciones asturianas, ¿qué género narrativo serían? </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–Un tratado de ajedrez... Y la partida estaría en tablas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–Ha cambiado de editorial. En el mundo de los libros,
¿priman los celos y el despecho, o se permite el amor libre?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–Cada novela tiene una editorial, porque cada novela tiene
unas necesidades.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–Su novela ‘El tiempo de los emperadores extraños’ ha sido
llevada al cine recientemente. ¿Se trata del sueño de todo escritor, o luego no
es para tanto?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–Es una experiencia fenomenal, salga bien o salga mal: es
algo muy positivo con independencia de su resultado. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–¿Cómo ha logrado hacer carrera sin avenirse a etiquetas
como ‘nocillero’, ‘mutante’ o ‘salmónido’?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–Trabajando 16 horas al día, y procurando estar a lo tuyo.
No salar la tierra alrededor.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–Aquí llamamos a Asturias “la Andalucía del norte”. ¿Somos
allí la Asturias del sur?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–Es verdad que nos parecemos mucho. Unos y otros vivimos
divinamente.</div>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-72098423175436938202012-05-15T01:06:00.001+02:002012-05-20T11:32:04.246+02:00Luis Alberto de Cuenca<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-yV1G0JoVhNk/T7GPvgcT67I/AAAAAAAAAgU/Iti_KwCsT6k/s1600/Cuenca.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="http://2.bp.blogspot.com/-yV1G0JoVhNk/T7GPvgcT67I/AAAAAAAAAgU/Iti_KwCsT6k/s320/Cuenca.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Le debo algunas horas de grata lectura juvenil, sobre todo con 'La caja de plata'. Nunca pensé que su autor fuera un señor con chaqueta, corbata y cabello peinado hacia atrás. Tampoco que pudiera tener simpatía con un lector como Aznar. En todo caso, todavía sé distinguir la obra del poeta, y a éste de su imagen pública. Aunque no toda su producción, me gustan sus poemas porque denotan que ha disfrutado de la amistad y ha sufrido por amor. Recuerdo un reportaje del cultural de ABC en el que aparecía recorriendo la Biblioteca Nacional de noche con un candil. En algún momento la oscuridad se disipaba y aparecía el rostro de Juan Manuel de Prada. A mí tampoco me han parecido afortunadas sus declaraciones sobre el 15-M, pero no tanto como para no hacerle esta entrevista. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–Como devoto de Grecia, ¿le duele verla en los telediarios?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–Me duele como cualquier país que sufra, pero no por ser
helenista lo siento más. El país actual no tiene nada que ver con la grecia
clásica.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–Es un acreditado lector de cómics. ¿Qué aprendió de
Mortadelo y el Capitán Trueno que no le enseñara Homero?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–Me enseñaron lo mismo unos y otros: el placer de la
aventura, de la narración, del disparate en el caso de Mortadelo, de la épica
universal en el caso del Capitán Trueno. Todo es lo mismo, en hexámetros o en
viñetas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–De niño jugó pachanguitas con Chendo. ¿Cuántas veces se ha
dicho que hubiera sido mejor seguir con el balompié?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–La verdad es que no estaba dotado. Soy un fanático de los
deportes, pero sólo los practiqué en mi niñez.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–¿Cuánto pesa el sambenito de intelectual del PP?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–Es un poco aburrido. No tengo carné de ningún partido, me
considero liberal-conservador, pero soy libre como los pájaros, si es que los
pájaros son libres...</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–Se le recuerda como letrista de la Orquesta Mondragón. ¿Qué
canción de aquellas sigue cantando en la ducha?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–La que más sonó y vendió, Caperucita feroz. Por cierto,
decía “Yo soy EL lobo”, y no “TU lobo” </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>–Ahora que ha cerrado el Balmoral, el bar al que dedicó un
disco con Loquillo, ¿donde nos tomamos la última?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
–No me hables, ahí has hecho que sangre la herida... Es
verdad que ya no tengo la capacidad de perder o ganar mis horas en una barra
como antes, pero el Balmoral es insustituible.</div>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712563052610071801.post-36976600365045565662012-05-14T10:18:00.001+02:002012-05-20T11:32:22.686+02:00La constancia de Eva<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-WF7j_cBtavM/T7C_T1VV-eI/AAAAAAAAAgI/2CMbzXcz8nA/s1600/Eva.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="244" src="http://3.bp.blogspot.com/-WF7j_cBtavM/T7C_T1VV-eI/AAAAAAAAAgI/2CMbzXcz8nA/s320/Eva.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Los primeros recuerdos de Eva Díaz Pérez que tengo son de los tiempos en que cubría el FIT de Cádiz, y más tarde de cuando coincidíamos en Arcos de la Frontera, donde hacía equipo con Morillo y Garmendia, oficiando el gran Bernáldez de 'coach', que perdía la cabeza con ella. Ahora es ya una enciclopedia ambulante de las letras andaluzas del siglo XX. Hasta que aparecieron Sara Mesa y Marina Perezagua, era prácticamente la única mujer narradora -narradora seria y constante, se entiende- de Sevilla, y nos hizo ver que debería haber muchas más. Me admira su capacidad -quién la tuviera- para compaginar las tiranías del periodismo con las exigencias de la literatura de largo aliento. Si tuviera un apellido catalán, a saber dónde estaría a estas alturas... </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<b>–Se celebra ahora a Chaves Nogales. ¿En Sevilla se lo toman
todo con tanta calma?</b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
–Desgraciadamente, sí. Y en el caso de Chaves Nogales, la
calma ha sido grave y demuestra cuántas asignaturas pendientes tiene la ciudad
con sus mejores hijos.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>–Ha publicado una novela [<i>El sonámbulo de Verdún</i>] sobre la Gran Guerra. ¿La paz no da
tanto juego narrativo? </b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
–Mis novelas siempre van de guerras o problemas graves, tal
vez porque las épocas difíciles, en efecto, dan más juego. Pero es mejor
novelarlas que vivirlas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>–Alguna vez ha dicho que querría vivir en Viena o Budapest.
¿No teme echar de menos las cervecitas de El Salvador? </b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
–No se imagina las ganas que tengo de echar de menos el
Salvador, el sol, los pasos que cruzan por mi calle... </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>–Larra decía que escribir en España es llorar. ¿Eso era
porque trabajaba de periodista?</b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
–No me cabe duda. Escribir en España es morir, estamos
condenados. La frase es hoy algo más terrible que entonces.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>–Hace poco se reeditó su libro sobre el Rocío. ¿Llegaron los
romeros a declararle alguna fatwa, a lo Salman Rushdie?</b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
–No, porque me retiré a tiempo. Cuando publiqué mis
crónicas, recibí amenazas y mi director me aconsejó que no volviera. Aunque
también me respondieron con ninguneo y silencio. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>–A ver si va a resultar que los rocieros no son de tan poco
leer como creíamos...</b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
–Si conocieran las crónicas de El Rocío de Chaves Nogales y
<i>Con flores a María</i> de Alfonso Grosso, se reconciliarían con la literatura.</div>Alejandro Luquehttp://www.blogger.com/profile/04398040449095524443noreply@blogger.com0