De mi última visita a Cuba hace ya cuatro o cinco años. Me divirtió mucho una broma, netamente cubana, que circulaba por la ciudad. Por ejemplo, llegábamos mis amigos y yo a la Casona de Línea y preguntábamos a quien hubiera por allí qué tal todo:
-Aquí, hablando mal de Batista- respondían con sorna.
Pasaban unos conocidos en moto, levantábamos la mano para saludar, y lo mismo:
-¡Abajo Batista!- nos gritaban puño en alto.
Para quien no pille el chiste, ese Batista del que hablan es el que fue derrocado del gobierno cubano hace unos años. Dentro de algunas horas, hará 50 años de eso, que se dice pronto. Pongo la tele y por azar pillo empezada El Padrino II, que muestra a Michael Corleone atrapado en esa Habana explosiva del Año Nuevo de 1958.
Pensé en pasar este fin de año allí, pero los vuelos estaban carísimos y casi todos los amigos lejos: Enrique en Nueva York, Leticia en Miami, Patri en Las Vegas, Jorge en Barcelona, Alberto y Justo en Madrid, Pepe aquí en Sevilla... Cada uno ha hecho su vida lo mejor que ha podido, pero en todos ellos hay un desgarro más o menos traumático, una melancolía crónica y sin cura.
50 años son demasiados para casi cualquier cosa. Ignoramos lo que la letra de los santos nos tendrá reservado para el año próximo en Cuba, pero ojalá que sean vientos de cambio a mejor. Y si llamamos Batista a cualquier forma de tiranía, a la siembra de cizaña entre los pueblos, a cualquier abuso de poder y a quienes condenan a esa gente a elegir entre la penuria, la nostalgia o la demencia, entonces no hay más remedio que gritar, a todo pulmón y en serio:
-¡Abajo Batista!
2 comentarios:
no he encontrado mejor forma de comenzar la magnana y terminar el agno que leyedote! y menuda sorpresa me ha pillao! lindisimo este post!! feliz agno nuevo Ale!!
ache pa Oba y ache pa uste!!
Gracias a ti por seguir ahí, Patri. Por cierto, ¿qué letra ha salido? Aché!
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