Salvador Gutiérrez Solís comparte página web con Pablo García Casado. Alguna vez llegué a pensar que Salva pudiera ser una invención, un alter ego narrativo del poeta cordobés. Luego caí en la cuenta de que nunca había visto en persona a García Casado, así que me asaltó la sospecha inversa: ¿Era García Casado el pseudónimo poético del narrador cordobés Gutiérrez Solís?
Bueno, por fin los conocí por separado y se disiparon las pamplinas. Salva es uno de los escritores más divertidos del panorama actual, uno de los que fuma con más moderación, y de los que mejor lucen con chaqueta azul. Es el autor de la saga satírica del escritor Malaleche, de una apasionante biografía de Barnaby Conrad -que bien podría ser un personaje hemingwayano- y de una novela recién salida del horno, El orden de la memoria. Se la presenté en la Feria, pero el día antes hicimos esta entrevista, que disfruté mucho:
«No puedo prometer que no haya sangre en mi próxima novela»
–¿Qué tienen en común el perverso protagonista de El orden de la memoria con su autor?
–El Real Madrid, los frutos secos y los restaurantes argentinos. Nada más, afortunadamente.
–Pone como paradigma de la maldad a un empresario. ¿No habría cuadrado mejor, dados los tiempos, un banquero?
–Hay banqueros, bancarios, tiburones, usureros y demás especies. Eloy Granero es un “malvado” circunstancial, no ejerce siempre de malo. Pero cuando es malo es muy malo, es un monstruo. Quería que mi personaje lo tuviera todo a su favor, aparentemente.
–¿Qué es más difícil para un escritor, describir un crimen o una escena de alcoba?
–Si uno fuera un vanidoso diría que un crimen, como dando a entender que de la cama lo sé todo...
–Antes de este libro, firmó la saga satírica del novelista Malaleche, la biografía de un torero californiano... ¿Promete que en la próxima no habrá ni gota de sangre?
–No puedo prometerlo: la habrá.
–Hay escritores que aseguran que los verdaderamente temibles son los lectores. Ahora que estamos de ferias del libro, ¿qué es lo más raro que le ha pasado con los suyos?
–Un día me escribió una chica diciéndome que se llamaba igual que la esposa del novelista Malaleche... No tuve arrestos para responderle. Espero que no me escriba ningún Eloy Granero diciendo que es fotógrafo y que me quiere retratar...
–Ha sido de los primeros en promocionar su novela por facebook. ¿Se nota en las ventas?
–Es pronto para saberlo. Espero que sí, aunque el tiempo lo dirá. Lo malo es que facebook me ha deshabilitado dos veces la cuenta de amigos de El orden de la memoria... con más de 1.500 amigos y yo me he dicho: antes morir trampeando que vivir deshabilitado.
–El público lector no lo sabe, pero también hemos hecho esta entrevista vía facebook. Si yo fuera Jesús Quintero le preguntaría si se ha sentido bien.
–De maravilla: me he comido una palmera de chocolate, me he bebido un café y me he fumado dos cigarrillos y usted ni se ha enterado. Una cosita aseada.
(El Correo de Andalucía, 17/ 05/ 09)
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