jueves, 17 de mayo de 2012

Nacho del Valle regresa


Su procedencia ovetense ya bastaría para que me cayera bien, pero es que además Nacho del Valle es un grato conversador (hablemos de literatura o de porno amateur), además de un inteligente prosista y un tipo generoso. Han llevado una obra suya al cine, y llevarán muchas más. Le he entrevistado a propósito de sus tres o cuatro últimas novelas, y me admira la fe y el tesón que pone en su faena, tanto como la blancura impoluta de sus camisas: yo creo que va a ser el agua del Norte.  

–En su última novela se mete con las mafias rusas. ¿No teme buscarse un lío como el de Roberto
Saviano?

–¡Qué exagerado! No, no, todos los temas que toco están ya muy documentados, no desvelo ningún secreto.

–En sus novelas siempre hay alguna reflexión sobre el mal. ¿Para cuándo una inspirada en Luis de Guindos?

–Ése es el que tiene cara de ogro, ¿no? Creo que hay otros personajes que en la política española que podrían inspirarme aún más.

–Las elecciones asturianas, ¿qué género narrativo serían?

–Un tratado de ajedrez... Y la partida estaría en tablas.

–Ha cambiado de editorial. En el mundo de los libros, ¿priman los celos y el despecho, o se permite el amor libre?

–Cada novela tiene una editorial, porque cada novela tiene unas necesidades.

–Su novela ‘El tiempo de los emperadores extraños’ ha sido llevada al cine recientemente. ¿Se trata del sueño de todo escritor, o luego no es para tanto?

–Es una experiencia fenomenal, salga bien o salga mal: es algo muy positivo con independencia de su resultado.

–¿Cómo ha logrado hacer carrera sin avenirse a etiquetas como ‘nocillero’, ‘mutante’ o ‘salmónido’?

–Trabajando 16 horas al día, y procurando estar a lo tuyo. No salar la tierra alrededor.

–Aquí llamamos a Asturias “la Andalucía del norte”. ¿Somos allí la Asturias del sur?

–Es verdad que nos parecemos mucho. Unos y otros vivimos divinamente.

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