Nunca, lo confieso, he entendido su poesía. Saldremos a la lluvia es el título de su último disco, un nuevo eslabón en esa cadena que abarca ya casi tres décadas: Los Rápidos, Los Burros, El Último de la Fila, y desde hace cuatro álbumes, su historia en solitario. Las primeras noticias que tuve de su arte me las dieron unos amigos de mi hermano que versionaban sus canciones y escribían otras con papel de calco. Yo ya estaba en mis extremos metaleros y todo aquello me sonaba blandurrio, aunque no podía negarles personalidad y talento.
La semana pasada volví a entrevistar a Manolo García, hombre amable, bastante de verdad -y más considerando lo que suele haber en el mundillo- y ágil conversador. Casi lo había olvidado, pero recordé otro encuentro que tuvimos en Cádiz, seis o siete años atrás, y que no me resisto a recrear aquí: habíamos quedado para una entrevista a media tarde, antes de la prueba de sonido, y no sé por qué razón no me presenté. Con tanto periodista detrás de él, debí de pensar, no iba a notar mi ausencia. El caso es que esa noche terminé a altas horas en los bares de la Punta de San Felipe, y al entrar en el baño de uno de ellos me encontré de frente con... Manolo García.
Vaya por delante que los dos estábamos muy perjudicados. Pero, o bien es muy intuitivo, o pudo leer en mi cara el sentimiento de culpa que me atenazaba, porque me saludó:
- Er... tú eres...
- ... Sí, quien tenía que entrevistarte esta tarde.
- Bueno, ¿y qué hacemos?
- Pues...
- ¿No querrás hacer la entrevista aquí, no?
- No, hombre, no.
- Mira, mejor me llamas mañana, después de comer. Aquí tienes mi número- y se perdió.
- Mira, mejor me llamas mañana, después de comer. Aquí tienes mi número- y se perdió.
Por mucho menos he visto a figuras del pop ponerte una cruz. Manolo García fue indulgente, al día siguiente estaba al otro lado del teléfono, y yo pude publicar mi flamante entrevista. Por eso, el pasado viernes acudí a la cita con puntualidad británica. Nada me importó esperar a cuatro compañeros que iban delante: se lo debía. Ahí sigue, me dije al verlo tras las cámaras. Y yo también, añadí para mis adentros, no sin extrañeza.
2 comentarios:
que bueno Manolo Garcia!! como yo lo escuchaba en mis epocas melancolicas en Costa Rica! y esta es mi favorita!!!
..........................
Esperaré. Y si no vuelves,
bajo el olivo me quedaré dormido.
Esperaré, por si te pierdes,
saldrá la luna, fanalico encendido.
........................
gracias Ale!! yo siempre vivo un poquito mas con tu blog!
Tú sola ya le das sentido a la rutina de este blog, Patri. Muchas gracias y besos mil!
Publicar un comentario