lunes, 4 de febrero de 2008

Arrufat y el peso de los libros

Me parece que estoy viendo a Antón Arrufat balanceándose al anochecer en una mecedora de casa de Maggie Mateo, en El Vedado habanero, hablando de Virgilio Piñera y de la poesía española con humor y verbo lento, lleno de pausas reflexivas en las que, cuando aprieta los labios finos, se da cierto aire a Billy Bob Thornton. Pero en realidad estoy acabando su novela corta Mi antagonista, la disfruto como antes he disfrutado su poesía, su teatro, sus relatos.
Arrufat escribió hace cuarenta años un drama, Los siete contra Tebas, que molestó al régimen castrista. Me contaron que fue condenado a romperse el lomo cargando volúmenes en una biblioteca de no sé qué playa. Algún alto funcionario debió de pensar: "¿No te gustan los libritos? Pues toma dos cajas". El saber, suele decir Ilya, no ocupa lugar, pero pesa un huevo.
Hace unos años encontré por fin la obra maldita, y la leí buscando con atención dónde estaba la crítica contrarrevolucionaria: juro que no encontré nada, ni siquiera faltas de ortografía o crímenes sintácticos que justificaran ese castigo.
El escritor santiaguero volvió a La Habana, donde es una celebridad: célebre sospechoso para los castristas más cerrados, célebre pope encumbrado para los envidiosos. No me meto en detalles que ignoro, no sé qué parte de su alma vende cada cual ni para qué, pero hablo de lo que conozco: Arrufat es un buen escritor. Publica en el extranjero -en Cádiz, sin ir más lejos, salieron sus Ejercicios para hacer de la esterilidad virtud- porque merece ser leído. Ni siquiera aquellos lumbagos playeros le hicieron perder el amor por la literatura.

2 comentarios:

Antillana del Mar dijo...

Los siete contra Tebas ........ lo lei con mas paciencia e interes que cualquier clasico griego .......... no acabo de entender por que Arufat, como el propio Virgilio y toda esa gran lista de escritores cubanos ..... estan destinados a pasar por este mundo sin ver la gloria desde las propias manos de su tierra ......... dignidad de una isla, con laberinto, rey Minos y escritores-minotauros ........ como creia Cortazar ..... saludos Ale ......... yo siempre te leo

Alejandro Luque dijo...

Gracias por la fidelidad, Antillana. Y por tu comentario grecolatino-habanero, tú, que fuiste la suma sacerdotisa de la Casona de Línea! Espero que todo vaya bien por los States, besos mil