domingo, 28 de junio de 2009

De Maribel a Martirio

Entrevisto a Martirio con motivo de su hermoso disco en directo, el recién aparecido 25 años: los que lleva haciendo grandes canciones con peineta y gafas de sol. Camino del periódico he recordado el disco de Jarcha que mi padre tenía en casa, Libertad sin ira, en formato de lujo y con aquel sol naciente brillando en la cubierta. Ahí militaba de jovencita esta Maribel Quiñones que ahora se permite el lujo de llevar como guitarrista -sobresaliente, por cierto- a su propio hijo, el muy bien criado Raúl Rodríguez.
Confieso que las primeras escuchas del proyecto Martirio, Estoy mala y demás, me dejaron bastante indiferente. La caracterización y el histrionismo, que tenían como objeto llamar la atención, a mí me alejaban por el contrario de la música. Tuvo que ser con la salida a la luz del Pensión Triana de Javier Ruibal, donde Maribel hacía unos coros impresionantes junto a Gema Corredera, cuando empecé a tomármela en serio como intérprete. Luego vinieron otros discos más evolucionados, colaboraciones con gente como Compay Segundo, y sobre todo los trabajos con Chano Domínguez, uno de los esfuerzos más serios y más lindos de dignificar la copla de cuantos se han hecho en España, con permiso de Vázquez Montalbán, que sabía de esto.
Ahora, como la única vez en que copeamos junto a Héctor Márquez y otros amigos en la Alameda gaditana, hace mucho, me sigue asombrando la belleza de los ojos de Maribel, no sé si de un color dorado o ambarino, siempre ocultos tras esas lentes ahumadas, no tanto para aliviarse del sol como para proteger al prójimo de una hipnosis segura.
De lo que no se puede escapar tan fácilmente es del encanto de su música. En este momento en que el rollo coplero vive un auge espectacular, por fin despojado de todos sus sambenitos y reminiscencias fachoides, pocos repertorios encontrarán el fan advenedizo o el veterano aficionado tan bien aliñados y puestos en escena como el de Martirio. Y que sean 25 años más de olés.

2 comentarios:

Patricia Miranda dijo...

aaaa! la martiriooo! que dichoso que eres Ale, y lo sabes! me la perdi cuando dio el concierto en el teatro nacional, en la habana, con motivo de un Cubadisco de hace mas de cinco agnos! pero a cada rato le subo al volumen del reproductor, me engancho mi manton de manila y me pongo mi par de espejuelos de corazones estilo Lolita, agarro el abanico y canturreo las mil calorias! jajaja

Alejandro Luque dijo...

Siiiiiii, ella hizo gira con Compay, y no me extraña pero nada nada que te encante. Es un discazo, bájatelo ya. Muchos besos loquita!