sábado, 22 de mayo de 2010

Todo regresa (II) Sanguineti


Pero el primer poeta internacional que conocí -y además uno de los grandes, de los que aparecían de vez en cuando en las quinielas del Nobel- fue el italiano Edoardo Sanguineti. Yo era todavía bachiller, pero picado ya por el gusanillo de la literatura bajé al centro una tarde para asistir a la presentación del número tres de RevistAtlántica, que dirigían los que con el tiempo serían mis amiguetes Jesús Fernández Palacios y José Ramón Ripoll.

Sanguineti, invitado especial del acto, parecía ya un anciano, y es que con aquella nariz ganchuda, barbilla prominente y ojos saltones tenía algo de bruja de cuento travestida de poeta. Habló de otros autores que yo tardaría mucho en conocer, como Ungaretti o Pasolini, pero recuerdo -caprichosa es la memoria- que fue él el primero a quien oí citar la famosa frase del Fausto: "Instante, detente, porque eres hermoso".

Volví a recordar todo esto hace unas semanas, cuando supe que Sanguineti visitaría en breve España para participar en el encuentro Cosmopoética que anualmente se celebra en Córdoba. ¡Sanguineti, diecistiete años después! Me puse a trabajar en un cuestionario con mi compañera de M'Sur y experta en materia italiana, María José Ramírez, y aunque yo no pude finalmente acudir a la entrevista, ella sí lo hizo. El resultado es una conversación en profundidad sobre el compromiso del intelectual en este siglo XXI, pero también sobre cuestiones controvertidas como su relación con Pasolini, Montale o Calvino, que no puedo sino recomendaros que leáis aquí: http://www.mediterraneosur.es/prensa/sanguineti_edoardo.html

Todo regresa, en este caso antes de decir adiós con el último aliento. Sanguineti, al que yo tuve perdido de vista durante dos décadas aunque alguna vez me asomara a su poesía extrema, críptica y desafiante, falleció apenas unos días después de publicada la entrevista. La muerte de un poeta tiene siempre algo de extinción de una estrella en el firmamento, de pérdida irreparable para la Humanidad. La de Sanguineti, además, me recuerda que de todo hace ya veinte años, y no sé cuántos números de RevistAtlántica.

1 comentario:

María dijo...

Ale, has conseguido ponerme los vellos de punta... ¡cuánto amor y respeto encierran tus palabras! La pérdida de Sanguineti nos ha tocado a todos. Inmensa la suerte de algunos tuvimos de conocerle. Un beso!