domingo, 14 de junio de 2009

En PhotoEspaña (II) Roberto Andò

Me lo imaginaba mucho mayor. "Roberto -me dijo Scianna sonriendo- es muy mayor, pero por dentro". No he visto nunca ni un título de su filmografía, pero me atrapó un librito suyo, Diario sin fechas, que tuvo en España una tirada tan minoritaria que he llegado a creer que soy su único lector.
Más joven de lo que había pensado, como decía, de semblante noble y conversación riquísima, Roberto Andò volvió después de un tiempo de autoexilio a su ciudad natal, Palermo, para ajustar cuentas con ella. Pero, cuando ya estaba preparado para arremeter, descubrió que aquella "ciudad perpleja" de la que hablaba Lucio Piccolo era ya en realidad una ciudad muerta. Conozco esa sensación porque he sentido cosas similares con mi Cádiz, que según se mire puede a ratos tener más de Comala que de Macondo. Lo bueno de caminar sobre las ruinas -de lo que una ciudad ha sido, de lo que ha sido para ti, de lo que tú fuiste en ella- es que, entre la elegía y la esperanza, entre lo que está a punto de perderse y lo que aún no ha nacido, todo está por hacer.

1 comentario:

Alejandro Luque dijo...

La entrevista:

http://www.mediterraneosur.es/prensa/ando_roberto.html