lunes, 8 de junio de 2009

La pachanga de Ken Follett

Ahora me parece que hace un siglo de eso, pero apuré la agenda para saltar de Valdepeñas a Madrid y no perderme el concierto de Ken Follett y su grupo Damn Right I Got the Blues, que iba a celebrarse en el Florida Park, en pleno Retiro, como pistoletazo de salida a la Feria del Libro de la capital.
Iba por el camino recordando mi primera lectura de Follett. Mis amigos y yo teníamos un piso en Cádiz, mezcla de refugio, casino, picadero y sala de estudios, donde preparábamos exámenes y pasábamos interminables veladas ludópatas. También leíamos bastante, anárquicamente, de una famélica y polvorienta biblioteca. Entre aquellos títulos estaba uno del británico, una novela que se desarrollaba en un avión transatlántico en el que viajaban -esto nos hacía descojonarnos- "Aventureros, millonarios, estafadores, espias, agentes del FBI, siniestros criminales, parejas que huyen de maridos engañados, jovencitas en edad de enamorarse...".
Me sorprendió ver en la puerta del recital a Javier Cercas, un escritor tan distinto. Y luego, en el interior de la sala, a Ildefonso Falcones, a Mari Pau Domínguez, a Juanjo Puigcorbé, a Miguel Ángel Aguilar... ¡Extraña reunión!. Y en el centro de la pista, Follett acompañado por su hijo -que más bien parece su padre-, una presentadora de telediarios negra como voz solista y el resto de la banda.
El DRAE define pachanga como una fiesta bulliciosa, pero me temo que se pierde el matiz de ese cierto desaliño, espontaneidad, improvisación, renuncia al perfeccionismo, búsqueda de la diversión sin pretensiones, que caracteriza a una pachanga. Ken Follett sabe que su grupo no es muy bueno, que no está muy afinado ni muy a tiempo, que da el pego y toma retales de aquí y de allá para componer su repertorio. Pero también sabe que apenas salta al escenario la gente se pone loca y baila lo que le echen, que la fórmula, qué diablos, es digna y funciona, y sobre todo está avalada por él. Hay que ver lo que se parece un concierto de Ken Follett a una novela de Ken Follett.

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